Un equipo de científicos chinos ha conseguido implantar a cinco niños orejas creadas con una tecnología experimental que combina las células cultivadas con la impresión 3D. Los niños sufrían microtia, una deformidad congénita del oído externo que afecta a uno de cada 5.000 recién nacidos y es más frecuente entre las poblaciones hispanas, asiáticas, nativos americanos y en la zona de los Andes. La microtia no solo afecta a la forma de las orejas, si no también a su funcionalidad.
Los investigadores tomaron condrocitos (un tipo de célula de los cartílagos) de los niños afectados por microtia, según explica el artículo publicado en EbioMedicine, para crear nuevo cartílago con forma de oreja, siguiendo la forma del apéndice sano que se había replicado con impresoras 3D. Los condrocitos son responsables de mantener la matriz cartilaginosa de este tipo de tejido.
El siguiente paso consistió en implantar el apéndice creado en el laboratorio en los niños, reconstruyendo la oreja. Los científicos aseguran que han concluido con éxito el diseño, creación y regeneración del oído externo en los pacientes, a los que han tratado durante dos años y medio. Aún falta, reconocen, el trabajo para trasladar el experimento a las prácticas clínicas rutinarias.
Hasta ahora el tratamiento de la microtia se realiza con cirugía reparadora, en algunos casos implantando una oreja de plástico que se une a la cabeza del paciente con cartílago de las costillas.
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