A raíz de nuestros cambios de hábitos de vida por el COVID-19 tendremos que acostumbrarnos a tener diferentes hábitos de vida. Algunas de las medidas que nos han interpuesto son: medidas de higiene, consciencia social y sobre todo distanciamiento social.
Una startup belga de impresión 3D PrintPlace y el fabricante de impresoras de sinterización selectiva por láser (SLS) Sinterit han colaborado para imprimir en 3D un dispositivo electrónico de distanciamiento social.
‘Maggy’ es un pequeño dispositivo portátil que está diseñado para ayudar a las personas a mantener las indicaciones de distanciamiento social que se introdujeron a causa de la pandemia de COVID-19. Trabajando junto con una aplicación complementaria, el dispositivo crea una notificación de sonido y vibración cada vez que se reduce la distancia entre sus usuarios, alertándolos para que mantengan la distancia de seguridad. Tras un aumento en los pedidos, los creadores de Maggy, Gumption Group recurrieron a la tecnología de impresión 3D de PrintPlace y Sinterit para permitirle satisfacer la creciente demanda.
EL DISPOSITIVO
Maggy puede funcionar de forma independiente, pero lo hace mejor si lo combinas con una aplicación de teléfono móvil. Los chips bluetooth estándar para teléfonos inteligentes tienen un alcance de hasta 1 a 2 metros, por lo que el uso de la aplicación mejora drásticamente el uso de Maggy.
El dispositivo también cuenta con una plataforma web de escritorio, que ofrece la opción de rastrear contactos de contactos. Diseñado para ser utilizado por empresas en el lugar de trabajo, el programa permite a las empresas monitorear el cumplimiento de distanciamiento social de sus empleados y reaccionar rápidamente en caso de un nuevo brote.
No es necesario registrarse para utilizar el dispositivo. Además, no se almacenan detalles de usuario. La batería del dispositivo dura cinco días consecutivos sin necesidad de cargarla.
MAGGY Y PRINTPLACE
Gumption Group, los creadores de Maggy necesitaron organizar pruebas beta a corto plazo para cerrar de manera efectiva esta brecha de producción, y PrintPlace ofrecía el punto de entrada ideal a la impresión 3D para la empresa. Las impresoras SLS de PrintPlace no solo brindaron la libertad de diseñar piezas complejas y detalladas, sino que también permitieron a Gumption acceder a la fabricación aditiva de una manera más rentable que invertir en unidades industriales.
Maggy ahora ha entrado en producción en serie, con el dispositivo disponible comercialmente para su compra en el sitio web de la compañía, a partir de 40 euros.
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